martes, 10 de abril de 2012

In the name of Lord!

Ya he comentado alguna que otra vez que Seúl es un sitio curioso. Una ciudad con mareas de gente, tráfico y mogollón de edificios. Lo que nunca nunca pensé que me encontraría escondido en una pequeña calle con una iglesia.



Animado por mi curiosidad, decidí ir a la iglesia. Uno nunca espera encontrarse con un edificio de tipo occidental y menos un edificio de estilo románico. Ya cuando entré descubrí que era realmente. Una catedral. Y encima anglicana. Jamás pensé que pudiese tener una iglesia así en mitad de Seúl. ¿Cómo lo descubrí que era anglicana? fácil. El caso es que cuando entré me encontré con una mujer que estaba de pie junto a una mesa llena de panfletos. Cuando me vio corrió hacia mí como si se hubiese encontrado con un hereje que quisiera abrazar la verdadera fe y empezó a darme todos los panfletos del anglicanismo. Por supuesto, intentó hacerme una conversión a esa religión en una especie de 'coreanglish' (una curiosa y extraña mezcla de coreano e inglés).

Lo que más me sorprendió de todo es que en ningún momento le dije que no era anglicano. Es más, en ningún momento abrí la boca.

Afirmando y sonriendo repetidamente, conseguí escabullirme de ella y entrar dentro. La iglesia es muy simple: paredes altas y muy blancas, un techo como si fuese la buardilla de una casa inglesa y pedazo de mosaico de tipo siciliano en el altar.




Tras echar un vistazo decidí mirar los panfletos para descubrir un poco la historia de ese sitio. Parece ser que se trata de una catedral que construyeron en los años 20, pero como a los japoneses no les gustaron los planos (por aquellos años ya estaban dominando Corea) tuvieron que dejar incompleto el edificio. Fue en 1996 cuando pudieron finalizarlo tal y como es hoy en día.





Me encanta descubrir estas cosas. Con una sonrisa de oreja a oreja, decido darme la vuelta para ver más cosas y... ¡otra vez la señora hablándome en 'coreanglish'! Pero ¿tanto se me nota el tufo a hereje? Visto que no me iba a dejar de disfrutar de la visita decido acabar la excursión en la catedral.



El sitio no tiene mucho misterio, a parte de la iglesia tiene la embajada del Reino Unido justo al lado y una pequeña cafetería donde puedes retomar fuerzas después de un violento choque de civilizaciones. El barrio es pequeño y bonito. Pero eso sí, nunca será un auténtico barrio inglés. No porque no haya casas inglesas ni porque no haya visto no haya ningún inglés. Sino porque no tiene un Tesco. En fin, no se puede tener todo en esta vida.

P.D: cuando creí que esquivé a la chica de la iglesia me crucé con el párroco... pero eso os lo contaré en otra ocasión.

2 comentarios:

  1. La arquitectura de la iglesia, desde fuera, está muy chula. Ya, por dentro, parece más normalita. Creo recordar que en Corea hay una gran cantidad de cristianos (y otra igual de ateos), pero es lo que tiene la invasión japonesa (supongo que por ahí irán los tiros, al ser el shintoismo una religión tan particular de Japón dudo que se pudiese "exportar" a otros países).

    ¿Hay muchos templos o edificios religiosos por la ciudad?

    ResponderEliminar
  2. Es que es difícil que Japón haya exportado el shintoismo porque han hecho aquí una burrada tras otra cada vez que podían.

    Iglesias hay a punta pala. Sé que hay incluso una catedral católica y una mezquita, pero en cada calle hay un mogollón de iglesias de todas las ramas que hay del cristianismo. No me esperaba para nada que esta gente fuese tan religiosa!

    ResponderEliminar