A ver, voy a contar lo que entendí. Creo que más o menos la historia iba así. El teatro empieza cuando el gerente de una cocina le pide a sus tres cocineros que preparen un señor banquete en nada de tiempo, hora y media cosa así. Para poder conseguirlo el gerente se trae a su sobrino para que haga de pinche y claro, es un auténtico inútil; aunque para lo que quiere, porque intenta ligarse a la cocinera que es pareja de uno de los protas. Todo un marchoso.
La gracia de todo es que mientras bailan, hacen percursión y piruetas por todo el escenario preparan la comida del banquete de verdad. Y, Dios, que buena pinta tenía aquello. Gracias a esa obra de teatro me di cuenta de que me equivoqué de profesión y debería haberme convertido en cocinero-ninja. Menos mal que para hacer cosas como esta nunca es tarde:
Ninja, ninja, uhm..como una tortuga....Cocinero, cocinero no se, en todo caso como el del Molina.
ResponderEliminarPero lo que no tiene lugar a dudas es lo bien que guisas la vida.
Una abrazo desde el Observatorio