miércoles, 30 de mayo de 2012

Los coreanos...

... y su obsesión enfermiza con Angry Birds, ¡con tienda propia en el centro de Seúl!






De verdad, el tío que inventó los Angry birds se ha hecho de oro con los coreanos.



lunes, 28 de mayo de 2012

La leyenda de la fundación de Corea

Hwanung, el hijo del dios celestial Hwan In, descendió al mundo terrenal con la esperanza de dar un buen gobierno a los hombres. Para gobernarlos a todos, decidió venirse acompañado de deidades responsables del viento, la nube y la lluvia, y junto a 3.000 súbditos de gratis, fundó la “ciudad divina” a los pies del monte Taebaek (el actual monte Myohyang, en Corea del Norte). Aprende Sauron.


Un oso y un tigre vivían por aquel entonces en aquellas tierras y anhelaban convertirse en humanos. Para ello rezaban todos los días a Hwanung para conseguir sus deseos. Hwanung, tras escuchar sus rezos, los llamó y les retó con la siguiente prueba: si eran capaces de sobrevivir 100 días encerrados sin ver el sol con solo 20 dientes de ajo y un ramillete de artemisa, les concedería sus deseos. Challenge accepted.


"You can not be serious", dijo el tigre.

Creo que existen dos seres en el mundo que podrían hacer eso: Bear Grylls y Chuck Norris. Bueno y según la leyenda, el oso también lo conseguiría, porque el tigre no soportó la dura disciplina. Hwanung admiró su éxito y decidió convertir el oso en una una hermosa mujer (¿?) llamada Ungnyeo. 


Estaba totalmente decidida en convertirse la mujer-oso más hermosa de todo el condado.


La mujer-oso estaba muy agradecida e hizo ofrendas a Hwanung para demostrarle su eterno agradecimiento, pero sin ninguna explicación Ungnyeo se volvió solitaria. Hasta que se le ocurrió la idea de convertirse en madre. Para conseguir su nuevo objetivo oró otra vez a Hwanung para ser bendecida con un hijo. Hwanung, conmovido por sus rezos, la tomó como esposa y ella pronto daría luz a un hijo. Lo llamarían Hércu... digo Dangun Wanggeom, que es más fácil de recordar el nombre, y quien más tarde fundaría el primer reino de Corea, el reino de Gojoseon en el 2333 a. C.


Ahora bien, según he podido ver por Internet, ésta leyenda tiene una interpretación. Parece se que Hwanung existió y que él y sus 3.000 seguidores provenían de Mongolia y cuando llegaron a Corea decidieron unir a las tribus cuyos elementos de cultos serían el oso y el tigre. Otros dicen que no, que es simplemente una leyenda que sirve para crear una mitología en torno al nacimiento de Corea. Pero aun así, es una historia curiosa, ¿verdad?





viernes, 25 de mayo de 2012

Personajes "comunistas"...

No entiendo cómo es posible, pero a Corea del Norte le crecen simpatizantes la mar de personajes. Debería ser un fenómeno digno de investigar. Ésta vez se trata de Josep María Gallén, un empresario "enamorado del comunismo". Y, por supuesto, también es español, aunque no aristócrata como Alejandro Cao. Aquí os dejo el enlace con la noticia que ha publicado Abc.es. Con un par...

http://www.abc.es/20120525/internacional/abci-espanol-pyongyang-201205251007.html 

miércoles, 23 de mayo de 2012

A la última frontera de la Guerra Fría

¡Tranquilos! Si no he escrito antes en el blog no es porque los norcoreanos nos han invadido, sino porque apenas paro delante del ordenador. Estos días hemos hecho varias excursiones, entre ellas a la frontera de Corea del Norte.

Una excursión que estuvo bastante interesante por las ganas de ver la última frontera de la Guerra Fría. Primero nos llevaron a Imjingak, una estación donde uno puede hacer una paradita en mitad del camino para ir a la frontera.



¿Y qué tiene de particular este sitio? Básicamente es el primer lugar desde donde puedes ver Corea del Norte:








Lo que veis en la imagen de arriba son varios puentes que sirvieron para traer los prisioneros de guerra que tenía Corea del Norte. Lo traían a través del puente de hierro que hay a la izquierda de la imagen (Imjingak Railway Bridge) y los dejaban cruzar el puente de madera que hay abajo de la foto y que se conoce como Freedom Bridge. Lo de la derecha es otro puente que intentaron construir, pero que al final no dio ni tiempo para acabarlo.


Uno de los mayores problemas que generó la Guerra de Corea fue los silhyangmin, gente procedente del norte y que huyeron a Corea del Sur. Estas familias cruzaron la frontera y desde entonces no han podido visitar nunca su lugar de nacimiento ni a las familias que se quedaron al otro lado. Todos los años vienen a Imjingak a hacer ritos para rezar por la reunificación de las familias. Durante treinta años no había ningún lugar específico para eso, pero el gobierno construyó en los ochenta un altar permanente para su uso.




Además, se puede ver un tren usado durante la guerra con el que se ensañaron a base de bien:



Lamentablemente, justo cuando llegamos allí cayó el diluvio del siglo y no pude tomar más fotos de la zona, pero os dejo algunas de las que hice:







Tras la parada en Imjigak llegó el momento de la verdad. El momento de ir a la frontera real. A la DMZ (las siglas de "Desmilitarized Zone"). No, no fuimos al lugar donde están todos los militares, porque . Sí fuimos a Yeolsoe, un mirador que te permite ver toda la extensión de la frontera e incluso algún que otro pueblo norcoreano. El camino que te lleva a la frontera es una auténtica maravilla porque apenas se ha construido, pero eso sí, ni se te ocurra darte una vueltecita por ahí porque están llenas de minas y de puestos militares:








Lamentablemente, no nos dejaron hacer fotos de la zona. Así que me he puesto como loco a buscar por internet una foto del edificio donde estuvimos y desde donde vimos toda la frontera:



La razón por la que no nos dejaron hacer las fotos fueron por razones de seguridad. De hecho, la única que sí pudimos hacer, a regañadientes, fue con el único militar que hablaba inglés. Un personaje, por cierto. Ahí os dejo la única perla que tenemos :)


martes, 8 de mayo de 2012

¡Cocineros-ninja!

Una de las cosas que se deben ver en Corea obligatoriamente es el Nanta, un espectáculo donde se hace una música de percursión tipo Blue Man group. Ya sabéis con objetos cotidianos, pero con ollas, sartenes, platos, cuchillos, tablas de picar, botellas de agua, cubos de basura y escobas (hay una lucha de escobas en mitad del teatro tipo matrix mezclado con técnicas del dragon ball que te deja sin palabras). Vamos, que mola mogollón por todo. Pero lo más sorprendente de todo es que sin articular ninguna palabrita te enterabas de toda la historia, lo cual viene bien para cualquier hijo de vecino ignorante del coreano.



A ver, voy a contar lo que entendí. Creo que más o menos la historia iba así. El teatro empieza cuando el gerente de una cocina le pide a sus tres cocineros que preparen un señor banquete en nada de tiempo, hora y media cosa así. Para poder conseguirlo el gerente se trae a su sobrino para que haga de pinche y claro, es un auténtico inútil; aunque para lo que quiere, porque intenta ligarse a la cocinera que es pareja de uno de los protas. Todo un marchoso.



La gracia de todo es que mientras bailan, hacen percursión y piruetas por todo el escenario preparan la comida del banquete de verdad. Y, Dios, que buena pinta tenía aquello. Gracias a esa obra de teatro me di cuenta de que me equivoqué de profesión y debería haberme convertido en cocinero-ninja. Menos mal que para hacer cosas como esta nunca es tarde:


martes, 1 de mayo de 2012

El auténtico salvaje este

Apenas conocemos películas que venga de Oriente. Vale, Memorias de una Geisha puede ser otra. Bien, el Último Samurai también, pero el que no sea cinéfilo le costaría nombrar otra película (al menos quiero creer eso, porque yo de cine como que no tengo mucha idea). Y ya de Corea ni hablemos. Pero se hace mucho cine y del bueno. El otro día vi una película que me han dicho que la viese unas mil veces por activa y por pasiva. Se llama El Bueno, el Malo y el Raro, es de Jee-woon Kim y es un pedazo de western hecho en el eastern (jo, qué ingenio).



La historia en sí no tiene mucha chicha. En mitad de la ocupación japonesa de Corea hay tres tíos que se ponen a buscar un tesoro perdido en Manchurria, ahí al norte de China, pegadito a Corea. La gracia está en que ese mapa lo roba un ladrón bastante personaje, que a su vez lo quiere el jefe de una banda peligrosa y que a su vez es perseguido por un justiciero que es el mejor tirador del Este. El surrealismo de la trama promete.



No quiero desvelar mucho de la trama porque soy de esos que hablan, hablan y hablan y ¡zas! spoilerazo al canto, pero sí os diré que la historia es genial, porque es sencilla y encima hay tiros cada dos por tres, como debe ser en una buena película de vaqueros (aunque todos parecen Sergio Ramos con la puntería que tiene cada uno...). De todas formas, por si os perdéis entre tanto tiroteo y diálogo absurdo, a lo largo de la película salen unos nómadas bastante cómicos explicando la trama de la película.



Una de las cosas que más impresiona es el montaje y la música, sobre todo la escena del tren del principio, que se hace en un solo plano de varios minutos mientras atraviesa todo el tren. Claro, me imagino que puede ser porque no te esperas ver este tipo de cosas en una peli coreana. No soy un experto en hacer críticas de cine ni nada por el estilo, pero si queréis leer una buena, aquí os paso un enlace que os lo explicará mil veces mejor:

http://partidoypeli.blogspot.com/2010/11/critica-el-bueno-el-malo-y-el-raro.html

¡Que vuelva el western ya!