lunes, 30 de abril de 2012

Rock and Roll ain't noise pollution!

Tras una semana de intenso estudio para el examen de coreano (próximamente sabré el resultado...) y de trabajos, ya por fin estoy libre para poder dedicarle tiempo al blog, ¡bien! Y empezaré hablando de la música. Supongo que lo que más conocéis de música sobre Corea es el K-pop y sus... repetitivas canciones, pero gracias a Dios existen más tipos de música en este país y por lo que he escuchado mola bastante. El pasado sábado nos invitaron a un concierto de Saza's Blues, un grupo de estilo indie que en directo le dan bastante caña en general a todo, guitarra, batería y bajo y lo mejor que se atreven con todo, ya sea rock, country, jazz y, por supuesto, blues. Pero antes de nada os voy a presentar a los artistas:

¡En la batería! Un hombre que lleva el ritmo en la sangre, que no para de tocar incluso si se le cae el moño que tiene, un artista con aires de samurai, ¡Iiiiiiii Do-Hun!


Exprime el bajo como pocos, no se intimida en marcarse un solo el tiempo que le dé la gana. Con sus pintas de californiano no hace nada de ruido, pero sin él esto sería imposible: ¡Chooooong Iung-Yuuuuunng!



Un día Dios bajó del cielo y le robó una costilla al mismísimo Bunbury. De ahí se lo llevó a Corea y lo mezcló con el picante Kimchi y le regaló una guitarra de Sting para ver qué ocurría y éste es el resultado: ¡¡Choi Hu-Yuuuun!!



Vale, confieso que no me enteré de nada porque las canciones fueron en coreano y se puso a echar discursitos en mitad del concierto. La gente se partía de risa así que intuyo que tiene que ser un cachondo mental, pero aún así disfruté como un niño chico. Es una lástima que no haya encontrado ningún vídeo en concierto, pero aquí os dejo algunas canciones para que os hagáis una idea:





Y ¿qué decir del bar? Impresionante. He hecho una selección porque tampoco puedo cargar demasiado. Así es un bar de rock coreano:








Claro, a mí me ponen un concierto de buena música en un local como ese y a mí me ganan sí o sí. Y ya si encima te regalan y te firman el disco y se hacen una foto contigo ya es que... bufff... ¡están en el top!


¡Que viva el rock!

martes, 24 de abril de 2012

Un barco para el pueblo

La máxima de Corea del Norte es convertir el mundo en un paraíso comunista. Para ello (es algo que ha hecho desde su nacimiento) convierte el ejército en su principal arma para conseguirlo y ganar la batalla al capitalismo a base de provocaciones y demostraciones propagandísticas. El ejemplo más reciente ha sido el intento fallido de enviar un satélite al espacio para controlar los cultivos de su país. Ja. No se lo creen ni ellos.

Pero ¿ha fracasado siempre Corea del Norte en su particular guerra? No. No siempre. Hubo una vez que sí consiguió hacer algo que sirvió para, al menos, molestar un ratito a Estados Unidos y que a día de hoy sigue mostrando con orgullo. Y es que Corea del Norte puede presumir de ser el único en tener en su poder un barco de la marina estadounidense. El nombre del barco es USS Pueblo (por cierto, muy propio el nombre del barco para una república "popular") y fue capturado por los norcoreanos en 1968 cuando éste se disponía a espiar a los comunistas. Supuestamente estaba de misión científica frente a la costa de Wosan (un poquito más arriba de Incheon), aunque realmente transportaba equipos para interceptar mensajes del ejército norcoreano. Pero los vecinos del norte estuvieron espabilados y en cuanto tuvieron la oportunidad, capturaron el barco.


La tripulación no tuvo tiempo suficiente para destruir toda la información que tenía acumulada de la misión y fueron retenidos durante once meses, tras los cuales fueron liberados en la frontera con Corea del Sur. Eso sí, antes de liberarlos Corea del Norte hizo varias fotos a la tripulación para demostrar que el régimen los había tratado bien y que se encontraban sanos y salvos. Lo que no pensaban es que también serviría para demostrar los sutiles que son con sus dedos corazones:





Desde entonces, el barco está anclado en el río Taedong, que atraviesa Pyongyang, (capital de Corea del Norte) y lo muestran como si fuese una prueba de que los comunistas pueden asaltar barcos como auténticos piratas.




En cuanto al lado de los americanos, todavía existe un pequeño grupo que reclama la devolución de USS Pueblo. Es normal, es el tercer barco más viejo que está al servicio de Estados Unidos y, claro, tiene que joder un rato que esté en manos del enemigo. De hecho, para hacer más efectiva su reivindicación tienen hasta su propia página web en la que explican toooda la historia del USS Pueblo e, incluso, su propia tienda para comprar tu gorritas, camisetas, llaveros y frikadas varias. Ahí os dejo el enlace porque es una maravilla:

http://www.usspueblo.org/

Y es posible que tengan más comprometidos con la causa. Recuerdo que mi profesor de tecnología del colegio solía coger la libreta y rascarse la cabeza enseñando el dedo corazón cuando daba la clase... ¡eso es un hombre comprometido con la causa!

jueves, 19 de abril de 2012

Oh! Moc, moc!

¡Y ya van dos entradas hoy en el blog! pero es que hoy la situación lo merece porque aparezco en el Crónica Universitaria!



Hala, y de paso ahí os dejo el enlace para que disfrutéis de tan buen periódico:

http://umalaga.diariosur.es/servicios/cronica-universitaria-en-pdf/2319-cronica-universitaria-17-04-2012.html

Esos ritmos del norte

Venga, que no todo va a ser jugar con lanzar cohetes que se desintegran y escuchar discursos de un gordinflón que es sagrado por gobernar ese vecino del norte:

miércoles, 18 de abril de 2012

Y... ¡pom! la primavera llegó

Hemos tenido que esperar hasta mediados de abril, pero ¡por fin está aquí la primavera! Y menos mal que ha llegado porque ya era un poco cansino la dosis diaria de viento siberiano. La verdad es que ha sido de repente. Hemos pasado de tener unos días con vientos siberianos y nubosos a otros despejados y soleados. Ha sido algo similar a un estallido. De hecho en coreano, la palabra primavera se pronuncia como "pom" (봄).

Así es como llega, con una explosión de flores en todo el país. Aquí os dejo algunas fotos de la isla de Yeouido, que está en medio del río que atraviesa Seúl:









Los coreanos pueden parecer gente seria, pero les gusta mucho las fiestas. Y con la llegada de la primavera no puede ser menos. Aquí se organizan los "Cherry Blossom" que son festivales en los que la gente sale a disfrutar de las flores con la familia, parejas, amigos y demás. Se hacen conciertos, la gente sale a hacer deporte... en definitiva, se lo pasan pipa después de pasar un invierno encerrado en casa. Eso sí, hay quien se pasa de la raya:


Sinceramente, a mí no me mola este tipo de cosas, pero por curiosidad está bien echarles un vistazo. Pero para ver es Yeouido. Como he comentado antes es una isla que está plantado en medio del río Han, así sin más. Aquí está el Parlamento, la KBS (que es la tele de Corea), la Bolsa y demás edificios imponentes como estos:







Yo no sé vosotros, pero a mí la última foto me recuerda un montón al juego de mesa de Hotel. Que juego más mítico, por cierto. Ah, y lo menos esperado, una antena de la KBS con forma de la Torre Effiel:



Como no. En este tipo de eventos se pueden encontrar puestos de todo los tipos habidos y por haber. Están los típicos de comida, bebidas, juguetes, pero... ¿éste?



No puedo imaginarme que clase de individuo va a ver flores y, en fin, decide comprar una corbatita de rayas rosas para que vaya a juego con su ropa de andar para ver flores. Peeero, hubo un puesto donde sí piqué. No pude resistirme a la tentación de pararme y comprar. Admirad lo que es una correcta estrategia de persuasión:



¡Os presento al Mourinho de los puestecillos de Corea! foto infraganti, cinta en la cabeza, cara rancia, pulgar hacia arriba, ¿hace falta algo más para convencerte? ¡No! Pues hala, a comprar lo que ofrezca. Te guste o no. Y esto era lo que vendía:



Lamentablemente no me quedé con el nombre de tan curioso plato (creo que no es la primera vez que me pasa), pero creo que eran como una especie de bolas de queso rellenas de trozos de pulpo o gambas sin pelar (lo sentí en mis dientes) con cebolla, mayonesa (o al menos tenía ese color) y salsa de caramelo... a pesar de la rara mezcla y que quemaba como un demonio no estaba mal. Pero si lo estuviese... ¿cómo puedo decirle que no con la cara que tenía en el cartel?

Palabra del Mou coreano.

viernes, 13 de abril de 2012

Esos triunviratos empalagosos

Voy al grano. Para los coreanos no es suficiente San Valentín. No. Creen que regalar a su amor el 14 de febrero no es suficiente. De hecho, para hacerlo más divertido han creado otro día más: el Día Blanco o “White Day”. ¿Qué sucede en ese día? Como los coreanos son organizados, decidieron en su momento hacer lo propio en sus días de enamorados. Para el día de San Valentín, la chica regala al chico y para el Día Blanco el chico regala a la chica. Ese ilusionante día se celebra el 14 de marzo, lo cual es tener consideración al dar un mes extra al que le toque esa papeleta.

Pero ahí no acaba la cosa. Como estos coreanos tienen un sentido del humor tremendo (de verdad, lo digo sin ironías), también existe en su cultura el día de los solteros o “Black Day”, formando el triunvirato empalagoso por excelencia. Ya por el nombre os podéis imaginar el sentimiento de fracaso que sentirá el coreano soltero. Básicamente, lo que sucede ese día, que se celebra el 14 de abril, es que tienes que vestirte de negro y comer el Jajangmyeong, una especie de spaghetti con una salsa negra que está hecha de algo parecido a la cebolla. Ah, y lamentar la soltería.



Los del dormitory de la universidad han tenido la iniciativa de ofrecer un plato de realidad para empezar bien el día a aquellos 100 primeros que se pasen por administración. Pero que pena que me haya quedado dormido.

jueves, 12 de abril de 2012

Un tour por Gyeongbokgung

Confieso que esta entrada debería haberlo escrito antes. Concretamente hace un mes. Lo dejé en la despensa con la intención de escribirlo tranquilamente, pero ya no lo retraso más. Gyeongbokgung (si creéis que es difícil leerlo, imaginaos escribirlo) se merece un hueco en este pequeño blog.

Pero ¿qué es Gyeongbokgung? Pues es la que fue la casa de los reyes de Corea, los Joseon, que gobernaron este sitio durante unos 500 años. Casi na', oiga. Pero no es solo una "casa". Se trata de un conjunto de palacios, casas y parques que está dentro de un pedazo de recinto amurallado. Empezaron a construirlo en 1395 y luego los japoneses lo quemaron todo en 1592 (se ve que ya hacían amistosas visitas a Corea por aquel entonces). Cada edificio tenía su función. Habitaciones para los reyes, príncipes, sirvientes y visitantes; despachos para tratar las cuestiones del reino y, por supuesto, como buenos monarcas tenían sus habitaciones para resguardar del frío, del sol o de lo que fuere necesario a sus queridas concubinas.

Sin más dilación, empezamos. Gyeongbokgung tiene varias entradas, pero la principal (y la más espectacular) está justo detrás de la paternal estatua de oro gigante que veis en la foto:



Y está vigilada por la guardia real coreana y sus coloridos ropajes que te invitan a no meterte con ellos no vaya a ser que tengas problemas más serios.



Yo llegué justo en el momento que hicieron el cambio de guardia. Tras diez minutos de confusión y razonamiento (no sabía qué estaban haciendo tanta gente alrededor de la puerta), otros diez de lucha (tuve que hacerme un hueco entre tanta gente) y otros tantos para sacar la cámara, sólo pude sacar un par de fotos de cómo es la ceremonia. Por supuesto, ya conseguí hacerlo JUSTO cuando estaba acabando. Eso es suerte.



¡venga, a casita ya!

Independientemente de si encontráis o no con el cambio, lo primero que veréis nada más entrar será esto:



No, a ese chico tan guapete que sonríe no. Veréis otra pedazo de puerta. Tienen varias parecidas por cada recinto amurallado y son impresionantemente grandes. Además, todas están pintadas y decoradas y son geniales. Lamentablemente, mi cámara ha decidido esconderlas en algún lugar que desconozco y no las encuentro. Qué sentido de humor tiene la jodida.

Pero sí conseguí hacer fotos de los palacios. Y de lo más espectacular, que son los techos de los palacios que están pintados con unos colores que molan mogollón. Aquí os dejo algunas para que os deleitéis un poco.







No os preocupéis que no todo van a ser techos. Aquí tenéis algunas de cómo son las casas por fuera y por dentro.









A parte de lo impresionante de Gyeongbokgung, este sitio está lleno de historia. Desde aquí se tomaban las decisiones para gobernar el reino, donde el rey Joseon (el más importante de la historia de Corea), junto a su grupo de sabios, creo el coreano actual (antiguamente era una lengua que no tenía escritura propia) y donde han ocurrido miles de historias como el asesinato de la emperatriz Myeongseong en 1895 por un agente japonés (en serio, lo de los japoneses hay que hacérselo mirar) y de demás cosas que ya iré descubriendo.

Espero que hayáis disfrutado de este pequeño tour por Gyeongbokgung (tiro la toalla, copio y pego el nombre porque es imposible de escribirlo). Volveré para poder disfrutar mejor de este sitio porque es enorme y me dejé muchas, muchas cosas detrás, entre ellos museos, jardines y más palacios así que si queréis otra vuelta por ahí hacedlo saber. Por supuesto, para la próxima me llevaré un par de cámaras, tarjetas de memoria y, si hace falta, una libreta para dibujar lo que vea y poder enseñarlo por aquí... bueno, depende de como quede.

¡Saludos!

P.D: no sé si estaréis muy al tanto de lo que sucede por aquí, pero ayer se celebraron elecciones en Corea. No he comentado nada porque no sé quienes son los de izquierda, derecha, verdes, rojos o los que sea, pero la noticia es que el electorado coreano ha votado sin importarle que el vecino de arriba se ponga a jugar con los cohetes. Es un claro reflejo de que Corea del Norte ya no supone esa gran amenaza que fue hace unos años. Por lo que, familia, si estáis leyendo esto, todo va bien por aquí.

martes, 10 de abril de 2012

In the name of Lord!

Ya he comentado alguna que otra vez que Seúl es un sitio curioso. Una ciudad con mareas de gente, tráfico y mogollón de edificios. Lo que nunca nunca pensé que me encontraría escondido en una pequeña calle con una iglesia.



Animado por mi curiosidad, decidí ir a la iglesia. Uno nunca espera encontrarse con un edificio de tipo occidental y menos un edificio de estilo románico. Ya cuando entré descubrí que era realmente. Una catedral. Y encima anglicana. Jamás pensé que pudiese tener una iglesia así en mitad de Seúl. ¿Cómo lo descubrí que era anglicana? fácil. El caso es que cuando entré me encontré con una mujer que estaba de pie junto a una mesa llena de panfletos. Cuando me vio corrió hacia mí como si se hubiese encontrado con un hereje que quisiera abrazar la verdadera fe y empezó a darme todos los panfletos del anglicanismo. Por supuesto, intentó hacerme una conversión a esa religión en una especie de 'coreanglish' (una curiosa y extraña mezcla de coreano e inglés).

Lo que más me sorprendió de todo es que en ningún momento le dije que no era anglicano. Es más, en ningún momento abrí la boca.

Afirmando y sonriendo repetidamente, conseguí escabullirme de ella y entrar dentro. La iglesia es muy simple: paredes altas y muy blancas, un techo como si fuese la buardilla de una casa inglesa y pedazo de mosaico de tipo siciliano en el altar.




Tras echar un vistazo decidí mirar los panfletos para descubrir un poco la historia de ese sitio. Parece ser que se trata de una catedral que construyeron en los años 20, pero como a los japoneses no les gustaron los planos (por aquellos años ya estaban dominando Corea) tuvieron que dejar incompleto el edificio. Fue en 1996 cuando pudieron finalizarlo tal y como es hoy en día.





Me encanta descubrir estas cosas. Con una sonrisa de oreja a oreja, decido darme la vuelta para ver más cosas y... ¡otra vez la señora hablándome en 'coreanglish'! Pero ¿tanto se me nota el tufo a hereje? Visto que no me iba a dejar de disfrutar de la visita decido acabar la excursión en la catedral.



El sitio no tiene mucho misterio, a parte de la iglesia tiene la embajada del Reino Unido justo al lado y una pequeña cafetería donde puedes retomar fuerzas después de un violento choque de civilizaciones. El barrio es pequeño y bonito. Pero eso sí, nunca será un auténtico barrio inglés. No porque no haya casas inglesas ni porque no haya visto no haya ningún inglés. Sino porque no tiene un Tesco. En fin, no se puede tener todo en esta vida.

P.D: cuando creí que esquivé a la chica de la iglesia me crucé con el párroco... pero eso os lo contaré en otra ocasión.

jueves, 5 de abril de 2012

Una historia olvidada

Existen millones de historias que sirven de inspiración para la persona normal y corriente, sobre todo del mundo del deporte. Millones de personas tienen a Messi como ejemplo a seguir, otros tienen a Nadal, Senna, Federer, Seve Ballestero, Jordan, Raúl y un largo etcétera. Sin embargo, la cosa cambia si hablamos del atletismo, un deporte manchado por el dopaje y en el que todo sus deportistas (incluido los mejores) son tratados como sospechosos en todo momento. Me atrevo a decir que muy poca gente tiene a los atletas como un ejemplo de superación. Y de haberlos, la mayoría de los casos serán de figuras míticas como Michael Jonson o Usain Bolt.



Sin embargo, existe en Corea la historia de un hombre que es un ejemplo de superación y de esfuerzo. Su nombre es Sohn Kee-Chung y fue un deportista que dio todo por su país desde el atletismo. Fue en 1914, en Sinuiju (Corea del Norte) donde nació Sohn Kee-Chung y su comienzo fue muy difícil. A principios del siglo XX Corea fue colonia de Japón por lo que Sohn recibió una educación tradicional japonesa (tuvo que aprender coreano a escondidas). Empezó desde muy pequeño a correr, lo hacía contra sus amigos que iban en bici y era tan bueno que sus profesores decidieron mandarlo a Seúl. Ya el entrenamiento en la capital fue muy peculiar. Su preparador, Lee Sun-il le hacía correr con bolsas de piedra y con los bolsillos llenos de arena para que mejorase. Sí. A mí también se me ha venido a la cabeza la imagen de Picolo entrenando a Son Gohanda.

El entrenamiento dio sus frutos y al poco tiempo empezó a competir. Entre 1933 y 1935 participa en 13 maratones de los que gana diez. De hecho, llegó a marcar el récord mundial de aquellos años al conseguir acabar el maratón de Tokio en solo 2h25:14. Desde ese momento olía a medalla porque acabó el trayecto cinco minutos más rápido que Zabala, el argentino que ganó la medalla de oro en los anteriores juegos. Gracias a sus éxitos deportivos, Japón decide para el año siguiente incluir a Kee-Chung en su delegación para los Juegos Olímpicos de Berlín.




Lamentablemente, Sohn no pudo competir con su nombre. Le dieron el suyo en japones: Son Kitei. Durante sus días en Alemania, Sohn nunca usaría su nombre en japonés y firmaría el suyo verdadero con letras coreanas e, incluso, pintaría su bandera en junto a su firma. También intentó explicar una y otra vez a los periodistas que él era coreano y no japonés, pero su traductor ignoraba esa parte por lo que los periodistas nunca sabían lo que decía. A pesar de todo, Sohn hizo lo que sabía. Corrió el maratón y consiguió la primera medalla de la historia de Corea. Y encima de oro.


Además de su medalla, Sohn recibió un casco de bronce griego original. No obstante, sus entrenadores japoneses decidieron dejar el premio en Alemania, por lo que Sohn tardaría muchos años en recuperar el casco. Fue ya avanzado en 1986 cuando se le devolvió lo que le pertenecía. Y finalmente la donó al Museo Nacional de Corea:



Y ahí me lo encontré yo el otro día cuando fui a ese museo.

Y tras su medalla, ¿qué hizo? miles de cosas más. Tampoco me voy a explayar más, pero sí diré que entrenó al coreano que ganó el oro del maratón de los juegos de Barcelona. Mola descubrir historias como estas.

P.D: Y ya que estoy voy a derribar un mito. En las Olimpiadas del 36, Hitler sí saluda a Jesse Owens. No le estrecha la mano (nunca lo hizo con nadie), pero sí le saludó. Lo que sí pasó y no se cuenta es que Roosevelt no quiso invitar a Owens a la Casa Blanca después de los juegos.

lunes, 2 de abril de 2012

Triste, pero cierto

Noche cerrada y lleva cayendo la de Dios todo el día. No es que tuviese pensado salir ahora a darme una vuelta (y menos con el vientecito que hace), pero me he enterado esta mañana de que la lluvia de aquí es... ¡ácida! Parece como si fuese algo sacado de los Simpson, pero no lo es. Desde que el tsunami del año pasado de Fukushima en Japón, todavía queda mucha radiación así que la lluvia que viene a Corea está contaminada. No es nada grave, pero si no quieres que te pase nada, mejor lleva el paraguas.

Lo que si es grave es salir de clase, ver que está lloviendo, te comenten justo en ese momento lo de lluvia ácida y recuerdes que el paraguas está en la habitación. Ou, yeah.


¡Salvaos, pequeños!